La logística de última milla es la fase final de la cadena de suministro, en la que el pedido llega al cliente final. En este tramo intervienen marcas y retailers (tienda física y e-commerce), comercios locales y, sobre todo, el proveedor de última milla (transportistas y redes de reparto) que ejecuta la entrega.
El objetivo es optimizar la entrega del último kilómetro mediante una estrategia que reduzca costes y tiempos en el tramo más caro y complejo de la cadena, manteniendo la promesa de servicio al cliente.
La gestión del último kilómetro es compleja y costosa debido a la dispersión de puntos de entrega y la variabilidad operativa (tráfico, ausencias, restricciones urbanas). Tras la pandemia, el uso del e‑commerce se aceleró y, con él, las expectativas de servicio: más opciones de entrega, mayor puntualidad y comunicación proactiva. Muchas enseñas afirman que la crisis sanitaria aceleró su estrategia omnicanal (43 %).
La entrega a domicilio ya no siempre es la opción “ganadora” para el cliente: hoy valora la posibilidad de elegir modalidades flexibles y fiables, con promesas de entrega claras.
H3: Omnicanalidad: multiplicar las opciones de entrega
Para responder a estas expectativas, las marcas deben orquestar flujos variados, con reglas distintas según el caso de uso (green, domicilio, punto de recogida, J+1, con cita, click & collect, drive, etc.). Esto aumenta la complejidad y exige trabajar con varios proveedores de última milla especializados, cada uno con coberturas, precios y SLAs distintos.
El cliente decide dónde comprar (tienda u online) y dónde recibir: en casa, en la oficina, en taquillas/lockers o recoger en tienda, drive o punto de conveniencia.
Puede preferir entregas rápidas (mismo día, H+1) o agendar una franja horaria con cita. También crece la demanda de servicios de valor añadido (guante blanco, entrega en la habitación elegida, montaje) y de opciones sostenibles. El 75 % de las enseñas ha puesto en marcha iniciativas para reducir el impacto ambiental en última milla; el 48 % lo hace para responder a las expectativas de sus clientes.
A los costes unitarios se suman exigencias ambientales y normativas (Zonas de Bajas Emisiones), que obligan a adaptar flotas y operaciones. Optimizar rutas, aumentar la tasa de entrega a la primera e integrar modalidades low‑emission es clave para controlar costes y reducir la huella ambiental.
El modelo óptimo suele combinar varios proveedores de última milla especializados por zona, tipología de paquete, nivel de servicio o sostenibilidad. Para que funcione, necesitas:
Un Delivery Management System (DMS) como Woop centraliza todos los canales de entrega del retail omnicanal: Ship from Warehouse, Ship from Store, Click & Collect, Click & Drive y red de puntos PUDO. En una sola plataforma se unifican modalidades y se conectan múltiples proveedores de última milla para escoger el mejor en cada pedido.
El DMS orquesta y optimiza en tiempo real la elección del transportista, el ruteo y la comunicación al cliente (ETA, avisos, prueba de entrega). Así ofreces la mejor experiencia y controlas el impacto ambiental y los costes, sin perder flexibilidad. En resumen: la complejidad no desaparece, pero queda bajo control.
Con Woop colaboras con los mejores partners según tus necesidades de cobertura, modalidades (domicilio, lockers, punto de recogida), servicios (guante blanco) y objetivos ambientales, cumpliendo normativas urbanas.
Dashboards y reporting para comparar SLAs, puntualidad, coste por entrega, tasa de éxito al primer intento y emisiones. Mejora continua sobre datos objetivos.
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*Baromètre de la livraison du dernier kilomètre 2022, Woop.